| La costa de Alabastro es un imprescindible de la ruta impresionista por el noroeste de Francia. Aquí te contamos porqué debes visitar Etretat y Fécamp.
Los acantilados blancos de la costa de Alabastro, de 130 km, recuerdan muchísimo a los de Dover, al otro lado del canal de la Mancha. La espectacular costa, esculpida a lo largo de los milenios por el viento y las olas, está salpicada de bonitos pueblos, puertos pesqueros, centros de veraneo, playas de guijarros, formaciones rocosas erosionadas y jardines de gran belleza. ¿No te parece suficientemente inspirador?
En nuestro viaje en coche por Normandía, tras pasar unos días visitando las playas del desembarco, la bonita Honfleur y, la capital del impresionismo, Le Havre, alargamos la ruta para hacer una breve pero intensa parada en varias localizaciones de esta maravillosa costa. Y para que no te pierdas detalle, te dejamos el mapa interactivo de la zona donde te señalamos los lugares más interesantes que visitar y que te describimos en el post. Además, te marcamos algunas zonas de parking para que no des muchas vueltas buscando. ¡Imprímelo y empieza a tachar cada uno de estos fantásticos lugares que visites!
| Dónde dormir
En nuestro caso, dormimos en un hotel cerca de Honfleur, el Hôtel Ibis Honfleur, donde pasamos dos noches, bastante cómodo y funcional, ideal para este tipo de viajes. El trayecto en coche hasta la costa de Alabastro es cómodo aunque realmente te recomendamos le dediques algún día más ya que en nuestro caso, unimos esta ruta a nuestra visita a Le Havre.
Si prefieres alojarte en Le Havre, en una búsqueda sencilla hemos observado que hay bastante variedad de alojamientos por lo que es probable que encuentres algo que se ajuste a tu plan de viaje sin muchos problemas. Hay algunos lugares especiales como el Hôtel Oscar, muy céntrico, decorado siguiendo la estética de post-guerra de los años 50, con suelo de madera maciza y grandes ventanales. ¡Tienes donde elegir!
Costa de Alabastro: qué ver en Etretat y Fécamp
El inicio de esta odisea impresionista e impresionante por la costa de Alabastro comienza una vez que transitas por el estético puente de Normandía, inaugurado en 1995 conectando las ciudades de Honfleur, en la región de Calvados y Le Havre en Sena Marítimo. Es un puente atirantado que forma un elevado arco de 2 km de longitud sobre el río Sena. Cruzarlos es otra de las experiencias emocionantes de esta ruta.
Al oeste, quedaría Le Havre; la visita al museo Mulraux comienza a introducirte la pasión por conocer estos parajes que inspiraron a renombrados pintores como Courbet, Boudin o el mismísimo Monet en el siglo XIX cuando esta costa comenzó a ponerse de moda entre muchos parisinos, que se construyeron magnificas mansiones en el lugar.
Con buen tiempo, te apetecerá caminar e ir en bicicleta a recorrer las numerosas rutas que bordean este “dramático” paisaje. En algunas oficinas de turismo, alquilan bicis por día. Infórmate . ¿Empezamos con el viaje?. ¡Ponte el cinturón y anótalo todo!
1 | Etretat y sus famosos acantilados blancos
Desde el bonito faro situado en el cabo de Antifer, se inicia un infartante sendero que te tendrá con el dedo pegado al botón de tu cámara durante las aproximadamente 2 horas que necesitarás para alcanzar la “Falaise d´Amont”, en Etretat, después de algo más de 6 kilómetros recorriendo la costa de Alabastro.
En el camino, puedes dar un refrescante paseo sobre los guijarros de la playa de Tilleul, entre altísimos acantilados, o subir a la punta “de la Courtine” que guarda un impresionante marco donde podrás llevarte una de las instantáneas más valoradas de la ruta. Otro punto a destacar es la imagen que puedes conseguir desde “La Manne Porte” ya sea desde arriba o abajo; se presenta ante tus ojos la vista sur de la Falaise d´Aval y Alguille, una aguja de roca que sobresale del agua.
Si quieres disfrutar del resto del paisaje, ya en Etretat, deja el coche en alguno de los parkings disponibles (te los marcamos en el mapa) y camina hacia la playa. Si vienes por el sendero mencionado anteriormente será fácil para ti encontrar este lugar. A la caprichosa acción de un rio costero se debe la singular forma de los acantilados (falaise) de Aval, con un pronuciado arco, y de Amont, más recortado. Están formados por capas de piedra caliza y silex, lo que explica la presencia de guijarros en la playa, moldeados por la olas durante cientos de años. ¡Ni se te ocurra llevarte uno de estos! Están considerados como una protección natural del entorno.
Desde la playa se inician ambos senderos escalonados hacia las cumbres de los acantilados, donde las imágenes aéreas recuerdan cada vez más a esas pinturas impresionistas, como el Bateaux de pêche, de Monet o al pasaje del novelista Alfonso Karr,
Si tuviera que llevar al mar a un amigo por primera vez, elegiría Etretat.
En la cara del Falaise d´Amont te encontrarás con la pintoresca capilla de Notre-Dame de la Garde construida en homenaje a los marinos y el monumento Nungesser & Coli, flecha que domina la ciudad y rinde homenaje a los dos aviadores que intentaron por primera vez cruzar el Atlántico a bordo del “pájaro blanco” en 1927. La recompensa es uno de esos paisajes que te llevarás en las retinas para siempre. Para vivirlo y contarlo a todas las generaciones venideras. Imprescindible.
El resto del tiempo que puedas disponer, dedícalo sobre todo a pasear por el centro, descubriendo una bonita arquitectura llena de casas de pescadores, sin estridencias. Otras visitas destacables son: el Museo del Patrimonio, recorrido histórico por el lugar; el Clos Lupin, una visita imprescindible para los amantes de las historia del famoso detective francés; el viejo mercado de madera donde comprar bonitos recuerdos o los Jardines de Etretat, un enigmático espacio neo-futurista con su propia idiosincrasia concebido como un jardín experimental. Info aquí.
2 | Fécamp
De vuelta a la carretera, se retoma la D940 unos 16 kms hasta llegar a nuestra siguiente parada destacada en la costa de Alabastro, Fécamp. Esta localidad pesquera, con un memorable puerto, se enorgullece también por unos acantilados espectaculares y una larga tradición monástica que legó aquí la invención del famoso licor Bénédictine. Encontrarás muchas plazas de aparcamiento en las zonas aledañas al puerto, cerca de la oficina de turismo, por lo que no debe ser tu problema. Te lo marcamos en el mapa. Aquí empieza tu ruta, en la boca de los ríos de marea Ganzeville y Valmont.
Cuando recojas algunos mapas de la oficina, por orden de cercanía, puedes dirigirte a Les Pêcheries, museo de la pesca, dedicado a la historia, la industria pesquera y los artistas de la localidad y a la vida tradicional de Normandía distribuidas en cuatro plantas. La planta superior accede a la terraza con unas bonitas vistas del puerto.
Si eres un buen sumiller o simplemente disfrutas con este tipo de visitas, la siguiente parada puede ser el Palacio Bénédictine, la única destilería desde donde se exporta toda la producción de este licor en el mundo, todo ello en el interior de un palacio de estilo neo gótico-renacentista del siglo XIX con exposiciones de arte y libros antiguos.
Callejeando por Fécamp
Y así purificados podemos continuar con la ruta, caminando por la Rue Saint-Etienne hasta encontrarte con la iglesia del mismo nombre, el edificio más antiguo de Fécamp. La silueta de la torre del crucero, inacabada en su reconstrucción se observa desde cualquier punto. En su interior, destacan las vidrieras del artista Jules Boulanger.
Desde aquí, te recomendamos que continúes el paseo por la bonita calle comercial Jacques Huet donde podrás hacer un receso para tomar almorzar o tomar un café junto con los locales. También podrás aprovechar para hacer algunas compras. Al final de la calle, te encontrarás con la silueta de la Abadía de la Sta. Trinidad, tras la curiosamente adosada portada del Ayuntamiento, en la plaza del General Leclerc. Unos metros más adelante aparece la austera fachada de la impotente abadía.
Erigida entre 1175 y 1229 por orden de Ricardo Corazón de León, fue el lugar de peregrinación más importante de Normandía, hasta la construcción del Mont Saint-Michel, debido a unas gotas de sangre de Jesús que, según cuenta la leyenda, llegaron flotando a Fécamp en el tronco de una higuera a una playa cercana. Su interior, ejemplo de gótico primitivo con algunas capillas románicas, sorprende por su luz y volúmenes así como su profundidad (127 metros) se convirtió con el tiempo en necrópolis ducal ligada a la historia de Guillermo el Conquistador.
Justo en enfrente, aparecen los vestigios del Palacio Ducal, originalmente un castillo del s. X destruido por lo vikingos. Cuando Fécamp llegó a ser capital del ducado, Ricardo II le dio un aspecto defensivo inmejorable al palacio, muy avanzado para su época. Aquí se celebraron las victorias en batallas de Guillermo el Conquistador, como la de Hastings que le proclamó rey de Inglaterra. El sitio del castillo resultó muy dañado en el siglo XIX con la apertura de una trinchera destinada a la construcción de las vías del ferrocarril.
El mejor final de día lo tendrás si decides subir a Cap Fagnet, el punto más elevado de la costa de Alabastro que ofrece un panorama infartante del mar, los acantilados, el puerto y la ciudad de Fécamp. Todo en un lugar único. Prepara tu cámara y disfrútalo. En la II Guerra Mundial albergaba un importante bunker y estaciones de radar, parte del Muro Atlántico que estableció el ejercito alemán a lo largo del litoral francés. Hoy está coronado por la capilla de Notre- Dame du Salut, construida por los marineros a pedir “buenos vientos y buen mar” en su viaje a Terranova, y un pequeño parque de aerogeneradores en un corto paseo hacia el este.
3 | Ruta Senderista GR21
En la meseta que se extiende sobre los acantilados de la costa de Alabastro, se puede recorrer el espectacular sendero GR21, un camino de larga distancia que va paralelo Le Tréport hasta Le Havre durante 194 kilómetros con un desnivel acumulado de casi 3 kilómetros que hemos recorrido en parte durante esta ruta. Otras paradas en el camino pueden ser Saint-Valery-en-Caux o Dieppe.
Homologado en 1977 como GR 21, el itinerario ya era conocido por ser un lugar muy querido por los senderistas. El recorrido ofrece una variedad de paisajes excepcionales, salvajes y sorprendentes. Sea cual sea tu nivel, el sendero es accesible. Basta con ajustar el número de kilómetros a tu nivel. El GR Litoral de Normandía sigue por el GR223 en la provincia del Calvados y acaba en el Monte-Saint-Michel en la provincia de La Manche, punto de salida del GR 34.
| Excursiones organizadas cerca de Etretat
Si te gustaría conocer otros rincones de Normandía, pero prefieres hacerlo en una excursión o tour organizado, Civitatis es una estupenda opción. Tienen tantas posibilidades chulas que seguramente encontrarás la que mejor te venga. Algunas son gratis, tú le pones el precio. Y lo mejor de todo es que la gran mayoría tienen cancelación gratis hasta pocas horas antes a la actividad, por lo que si te surge un imprevisto y no puedes viajar, solo tienes que cancelar, sin coste alguno. Pero si además prefieres no conducir, siempre podrás encontrar algunas excursión guiada, para que no tengas que preocuparte por nada. Nosotros siempre confiamos en ellos así que no podemos más que recomendarte que busques entre todas las opciones que ofrecen:
- Tour privado por Honfleur con guía en español
- Excursión a las playas del Desembarco de Normandía
- Entrada a Calvados Experience
¿Y tú? ¿ Has visitado Normandía? ¿Conocías la costa de Alabastro o municipios como Etretat o Fecamp? Cuéntanos tu experiencia.
¡Esperamos tus comentarios!