| Descubre que puedes visitar en un viaje por libre a Lanzarote. Te mostramos todos los rincones que pudimos conocer durante nuestros 7 días de ruta en coche por la isla
¡Nos ha costado mucho llegar a las Islas Canarias con lo cerca que estamos! Si te contáramos nuestro periplo hasta llegar al artículo que te estamos escribiendo, necesitaríamos unos cuantos post, pero de eso no se trata ahora. El caso es que este año hemos podido organizar y disfrutar de un viaje que estábamos esperando realizar desde hace tiempo y podemos relatarte con pelos y señales las impresiones acumuladas durante estos 7 días en los que nos hemos sentido como un “conejero” más. ¿Quieres saberlo todo?. ¡Sigue leyendo!
No obstante, lo que podemos adelantar sin hacer grandes spoilers del artículo es que Lanzarote se ha convertido en uno de nuestros imprescindibles. El formato del viaje lo decidirás cuando leas lo que te describimos a continuación y, por supuesto, todo depende de tu disponibilidad económica y de tiempo para confeccionar tu ruta aunque si debemos decirte que todo en la isla está muy cerca ya que de cabo a raro se recorre en.. ¡poco más de una hora!. Te ayudaremos a decidirte.
| Dónde dormir en Lanzarote
Te diremos que, “depende”. ¿De qué?. De tu plan de viaje, pero no te apures que te vamos a dar muchos consejos para que puedas decidir con criterio. En Lanzarote encontrarás mar y montaña [volcanes] a partes iguales por lo que puedes optar por establecer tu centro de operaciones en cualquiera de sus localidades costeras, cerca de las playas, y desde ahí moverte a cualquiera de los puntos que te indicamos.
La mayor concentración de los alojamientos se encuentran en estas zonas de resorts, por ejemplo, Costa Teguise, Puerto del Carmen o Playa Blanca y disminuye en el interior donde la oferta es distinta aunque con esto no queremos decir que sea peor. Te lo explicamos:
- Hoteles:
- Precios variables. Te encontrarás con cadenas hoteleras similares a las que pululan por la península con sus comodidades habituales e incluso acceso propio a las playas. Depende de la temporada su precio será más o menos asequible. Busca hoteles rurales, te resultarán más auténticos y asequibles.
- Apartamentos/Bungalows:
- Pensados también para estancias prolongadas, en estas zonas costeras mencionadas anteriormente, puedes encontrar este tipo de alojamientos con todas las comodidades en caso de que prefieras cocinar tu mismo y abaratar así el precio del alojamiento o la comodidad de no estar sujeto a los horarios de los hoteles sobre todo si viajas con niños.
- Alojamientos Singulares:
- Si te lo puedes permitir, una opción irrepetible sería el Hotel Palacio ICO, en la preciosa Villa de Teguise o el Caserío de Guime, en San Bartolomé, donde podrás disfrutar de la arquitectura tradicional en singulares espacios, eso sí, a un precio mayor.
Ten en cuenta toda esta información de cara a planificar donde te vas a alojar, sobre todos si vas con carritos de bebé o viajas con personas mayores. De todos modos, como siempre, aquí abajo te dejamos el mapa interactivo con todas la localizaciones de los lugares de interés e información relevante de los mismos. Con esto, tendrás mejor criterio a la hora de seleccionar la mejor ubicación de tu alojamiento durante tu estancia en Lanzarote.
Viaje a Islas Canarias. Lanzarote en una semana
Como siempre, te dejamos nuestro mapa interactivo para que señales los lugares que vayas visitando y que te vamos describiendo a través de la publicación.
| Primer día: Vuelo Málaga-Lanzarote. Arrecife.
Tras unas 2 horas de vuelo y adelantando 1 hora el reloj con respecto a la hora española, llegamos a la terminal 1 del aeropuerto de Lanzarote. Al aterrizar, recogimos el equipaje y justo detrás teníamos las oficinas donde recogimos el coche de alquiler por lo que todo fue bastante rápido. Es la primera vez que probamos con la empresa local AUTORAISEN y la experiencia ha sido muy buena tanto por amabilidad del personal como por el servicio prestado.
La circulación en las carreteras de Lanzarote se rige por las mismas normas que en la península aunque debes tener en cuenta una serie de consejos que te vendrá bien conocer de antemano. Próximamente elaboraremos un post sobre como conducir en Lanzarote donde daremos toda la información necesaria para este viaje.
Siguiendo las indicaciones del GPS, llegamos al parking de nuestra primera parada, el MIAC, Museo Internacional de Arte Contemporáneo. La entrada al recinto está incluida en el bono turístico para conocer la obra del artista canario César Manrique, que puede adquirirse en el mismo museo o por anticipado en la web del Cabildo a través de varias modalidades. Otra opción muy recomendable es la de reservar un Tour de César Manrique por Lanzarote incluyendo estas entradas con guía y el transporte con recogida desde tu hotel.
El museo se encuentra situado en una antigua fortaleza militar. Se construyó en 1975 con el fin de promover, reunir y exponer las obras más significativas de la creación artística moderna. Imprescindible tomarse un refrigerio en la cafetería con vistas arrolladoras del puerto de Arrecife.
Tras la visita volvimos al hotel para dejar el equipaje y asearnos antes de continuar. El primer alojamiento, llamado El Hotelito del Golfo, lo elegimos en la zona de El Golfo donde pudimos entrar en contacto con el paisaje volcánico que estábamos deseando volver a encontrar después del inolvidable viaje a Islandia. La zona es espectacular ya que estás completamente rodeado del malpais que surgió de la gran erupción de 1730 y llegó hasta el mar dejando un paisaje de calas único. ¡Y vaya atardeceres! Te dejamos una foto aquí abajo para abrir boca.
Concluimos la tarde visitando Arrecife, capital de la isla, poco concurrida; nos acercamos a ver el castillo de San Gabriel en el frente marítimo, con el islote de Fermina de fondo, creación original de Manrique. Nos acercamos al entrañable Charco de San Ginés, donde cenamos con la mejor postal que podíamos tener para concluir el día.
| Segundo día: Parque Nacional de Timanfaya. Senderos y otras visitas en el parque
Nos despertamos con los primeros rayos del sol de levante y probamos el frugal desayuno del hotel, ideal para comenzar el día con la energía necesaria. El plan aprieta y las ganas más. Tomamos el camino hacia el “Chimanfaya”, como se llamó en una época, por la LZ-67, dejando atrás el Echadero de Camellos. Lo mejor es madrugar y conducir directamente hacia la entrada al Parque Natural para estar a primera hora. En el control de acceso, puedes comprar el ticket de entrada o presentar el bono turístico que te comentaba anteriormente; Tras pasar el control, el camino te conduce sin pérdida hacia el islote de Hilario, inicio de la ruta.
Tras aparcar, toma la primera “guagua” (buses color tierra) que salga del aparcamiento y te llevará a la visita guiada por el tour de las Montañas del Fuego, incluido en la entrada. No hay guía físico y. lo que ves aquí, no puede verse de otra manera. Al volver al aparcamiento, la visita continúa con un par de demostraciones de la energía geotérmica remanente en el islote.
De vuelta a la LZ-67 condujimos hacia el norte y luego al sur de Tinguatón para conducir por la LZ-56 donde llegamos al aparcamiento de nuestra primera ruta: La Caldera Colorada. Se trata de una sencilla ruta circular. El camino está bien señalizado y no te llevará más de 1 hora. Lleva agua, gorra y ropa de senderismo y cúbrete bien de una crema solar de protección alta en las partes expuestas.
La siguiente parada está cerca. Se trata del sendero de la Caldera de los Cuervos. Esta es más especial ya que se trata del primer edificio volcánico generado en la gran erupción, es decir, el origen de todo, “nacido” el 1º de septiembre de 1730, que cambió para siempre el paisaje de Lanzarote. Se trata también de una ruta circular algo más larga que la anterior, aunque el plato fuerte es que puedes visitar el cráter central a través de la apertura de la ladera noreste donde se derramaron las lavas hacia la planicie. IM-PRE-SIO-NAN-TE.
Se nos hizo la hora de comer por lo que tomamos dirección hacia La Geria y nos paramos en una de las bodegas a tapear algo. Antes de llegar a nuestra siguiente meta, paramos el coche el mirador de las Salinas del Janubio para llevarnos una de las mejores vistas del lugar. Aprovechamos también la ruta para acercarnos a la bonita playa del Janubio. Luego, tuvimos que volver los pasos a la LZ-2 al estar aún cortado el tramo de la LZ-703 que transita hacia Los Hervideros. Tras aparcar el coche, se camina por varios senderos que llevan a distintos miradores desde los que se disfrutan las vistas a estos hervideros o entradas de agua de mar en las oquedades de los acantilados. ¡Qué sonido más peculiar!
Para completar el día, de vuelta a la zona del hotel, aparcamos para realizar el corto sendero que lleva al mirador desde el que se observa el Charco de los Clicos o Charco Verde, laguna salada alimentada subterráneamente por el mar y cuyo color cambia con la estación del año debido a la acción de unas algas. Nos dimos un chapuzón en la piscina del hotel para aliviar el calor acumulado (¡nos supo a gloria!) y cenamos en un restaurante cercano para disfrutar del último atardecer aquí.
| Tercer día: Parque Natural de los Volcanes. La Geria
Volvimos a madrugar ya que teníamos reservado una ruta de Senderismo por el Parque Natural de los Volcanes con Civitatis. Condujimos al punto de encuentro, desde donde nos encaminaron al inicio de la ruta. La actividad está organizada por la empresa local “Canary Island” y en ella se realiza un sendero guiado caminando por distintos entornos volcánicos dependiendo del clima local en el momento. En nuestro caso transitamos por la falda del volcán de Santa Catalina. Durante todo el recorrido, unas 3 horas, nuestro guía, Marcelo, nos dio una valiosa información del entorno natural que te pierdes si vas por tu cuenta y sin conocer previamente estos complicados, y peligrosos en muchos casos, caminos sin señalizar.
Tras abrirnos el apetito, nos acercamos a La Santa, municipio que pertenece a la localidad de Tinajo, conocido por sus olas y, por tanto, sus excelentes condiciones para practicar surf durante prácticamente todo el año. Almorzamos en un restaurante local donde degustamos varios platos locales como las lapas o sus especiales gambas. Terminamos de comer e hicimos el check-in en el Hotel Finca de la Florida, donde nos alojaríamos hasta el final del viaje, en San Bartolomé. La habitación tenía una espectaculares vistas al viñedo de la bodega próxima.
| Cuarto día: La Graciosa
Nuevamente temprano, fuimos a desayunar a una recomendable pastelería en San Bartolomé cuya localización nos venía perfecto para nuestros planes. Te la dejo marcada en el mapa. Cogimos el coche tomando ruta hacia el norte, a Órzola, pequeño y coqueto pueblo pesquero donde habíamos reservado la visita a la Isla de La Graciosa por libre en ferry.
El paseo en el barco es una delicia; lleva unos 30 minutos. Atracamos en Caleta de Sebo una de los dos núcleos poblaciones con los que cuenta la pequeña isla. Tras dar un pequeño paseo por el pueblito, nos encaminamos por el sendero señalizado hasta llegar al Barranco de los conejos, donde disfrutamos de un espectacular baño en una calita de arena blanca, muy resguardada y con un fondo marino infartante.
Tras el baño, volvimos a Caleta de Sebo para almorzar en un restaurante local. Luego no acercándonos al museo chinijo, tan pequeño como interesante, que realiza un corto y bonito repaso de la vida oceánica y humana en el archipiélago. Continuamos el paseo unos minutos más y tomamos el ferry de vuelta a Órzola. De vuelta a la carretera, intentamos hacer la visita al Mirador del rio, incluida en el bono de César Manrique, pero estaba cerrado, aunque nos contentamos con las vistas del río y la Graciosa desde un mirador cercano. Volvimos al hotel para asearnos y cenar en la cervecería Malpeis, en la cercana localidad de Tinajo, a probar sus interesantes cervezas artesanales.
| Quinto día: Obra de César Manrique en Lanzarote
La obra del artista canario está presente de manera incesante en cualquier rincón de Lanzarote y es completamente entendible cuando se hace tanto por mantener y realzar la cultura y el patrimonio local. ¡Ojo a los consejos del día!
Primer consejo
Empieza este día temprano, en temporada alta más si cabe. Por esto, empezamos adrede por la Cueva de los Verdes, la única con visita guiada, no puede hacerse de otra manera. Resulta muy sorprendente si no has visto antes algo parecido aunque no es del todo un monumento natural, ya que se visita en una especie de circuito subterráneo que te lleva por varias galerías a lo largo de 1 kilómetro del tubo volcánico que se formó en la erupción del cercano Volcán de la Corona aderezado con interesantes explicaciones de los guías.
Segundo consejo
Tu siguiente parada debe ser los Jameos del Agua, primero por su cercanía, menos de 1 km, y segundo, porque es parte del mismo tubo volcánico, dejando al aire un bonito lago habitado por una especie de cangrejo ciego muy singular, una fotogénica piscina y un espectacular auditorio. La recién inaugurada Casa de los Volcanes, incluida también en la entrada o bono, resultó ser una grata sorpresa por el material y calidad técnica de las exposiciones.
Tras acabar aquí, nos dirigimos al sur, hacia Guatiza, donde se encuentra la siguiente atracción, el Jardín del Cactus, parece que algo menos transitada. El recinto en sí mismo es una auténtica obra de arte. Tanto nos dejamos llevar por el entusiasmo, que decidimos, dada la hora, almorzar en el restaurante con una curiosa carta basada en recetas con nopal.
Tras la comida, tomamos la LZ-201 nuevamente el norte, para ver, con más éxito esta vez, la que sin duda es una de las obras de Manrique que menos presentación necesita, el Mirador del Río, ya que se trata de una cariñosa mirada a la isla Graciosa desde su tierra cercana, Lanzarote. Genial.
Nos aventuramos a volver vía Haría, siguiendo la ruta de los miradores. Toma nota: Mirador Rincón de Haría, desde el que comenzamos a divisar el litoral de Famara. Incorporados de nuevo a la LZ-10, se llega al Mirador de los Helechos, al cual accedimos a través de la cafetería. Se puede entrar directamente, pagando 1 euro, a través de un torno que da acceso pero no nos podíamos resistir a probar el barraquito a esas horas que eran. Las vistas del valle son espectaculares.
Condujimos un poco más hasta llegar al Bosquecillo, donde se encuentra una bonita zona de picnic junto a los acantilados del risco de Famara. Un sitio indescriptiblemente mágico. Volvimos los pasos para descender hacia la costa; aparcamos en Punta Mujeres y nos desplomamos al contemplar las maravillosas piscinas naturales donde queríamos bañarnos aunque no fuésemos con el dress-code adecuado. El pueblo es una auténtica postal.
Para terminar el día, nos desviamos del camino de vuelta al hotel en la LZ-404 que nos llevó hasta la ciudad estratificada, donde la imaginación te lleva a pensar en las criaturas que antaño habitaron el lugar; la realidad es que se trata de la escombrera de una explotación de material volcánico cercana que al modificar el suelo lávico, ha dejado al descubierto un paisaje especial lleno de curiosas formas. Ideal para ver con niños.
Nuestra opinión
Todas y cada una de las visitas del bono de César Manrique son interesantes en conjunto con la compra del bono ya que cada una tiene su aquel. Por separado, dependerá de tus gustos. Os hablaremos de ello en un post dedicado próximamente.
| Sexto día: Visita a bodega en la Geria y salinas del Janubio. Sur de Lanzarote
Tras el desayuno, nos dirigimos a la apertura de otra obra de Manrique, la Casa-Museo del Campesino, muy cerca de nuestro hotel en San Bartolomé. La entrada es gratuita. Se trata de un monumento a modo de recorrido a través de una serie de edificios singulares que describen como era la vida en el campo en la primera mitad del siglo XX, dedicados a trabajos artesanales y de agricultura.
La siguiente parada del día nos llevó al Centro de Visitantes e Interpretación del Parque Natural del Timanfaya que lo teníamos pendiente. El espacio alberga una gran cantidad de información sobre el vulcanismo y su influencia en Lanzarote desde las erupciones de 1730. Luego pusimos rumbo nuevamente a la LZ30, el camino de la Geria, para disfrutar de la Visita a la bodega de Yuca Testeina, con un interesante contenido sobre el cultivo único en el mundo de las vides en los mantos de ceniza volcánica, a través de una revolucionaria técnica que imprime el carácter tan especial a los caldos que producen, principalmente de las variedades locales predominantes, la tinta Listán Negro y la blanca Malvasía Volcánica. La visita se completa con una interesante cata guiada de dos vinos de la cosecha de su bodega.
Tras almorzar en un buen restaurante en Yaiza, donde degustamos el cochino negro, variedad autóctona de Lanzarote, pusimos rumbo a las salinas del Janubio, la más extensa del archipiélago canario, y uno de los grandes tesoros de Lanzarote, sin duda. Se trata de un espacio natural protegido que aprovecha la subida de la marea en la laguna, para producir en sus tajos una sal y flor de sal muy apreciadas por su pureza. En nuestro caso, adquirimos la visita guiada de las salinas del Janubio, la única forma de acceder al recinto. Nos pareció muy interesante.
El resto de la tarde, lo invertimos a conocer el sur de Lanzarote, comenzando por el faro de Punta Pechiguera, al oeste, desde donde se obtienen una bonita panorámica de la vecina Fuerteventura. Desde aquí queda cerca Playa Blanca, muy turística y quizás con algo menos de encanto que otros lugares visitados a nuestro parecer. Seguimos el viaje por la costa hasta el castillo o torre del Águila, el único edificio defensivo que se construyó en el sur de la isla en cuya parte trasera se accede, con mucha precaución, a una punta de tierra con unas vistas espectaculares del litoral sobre el acantilado.
Tomando nuevamente la carretera hacia el este, se accede a una pista de tierra donde tras unos pocos kilómetros, se llega al aparcamiento de la playa del Papagayo un entorno único junto al Monumento Natural de los Ajaches donde vivimos uno de los atardecer más especiales del viaje.
| Séptimo día: Teguise y Famara
La primera visita teníamos intención de hacerla al mercadillo del Puerto del Carmen aunque pudimos constatar que la información al respecto no estaba muy actualizada. Aprovechamos el camino para acercarnos a Playa Quemada, la última cala antes de llegar al M.N. Los Ajaches; nos encantó el lugar. Volviendo al norte por la LZ-2, hicimos una breve parada en Las Grietas. Se trata de varios cañones formados por ríos de lava que en su día recorrieron las faldas de la Montaña Blanca, dejando esas oquedades donde se puede observar las estratificaciones de las distintas capas de lava.
Llegamos a Teguise, antaño capital de Lanzarote y una de las ciudades más antiguas del archipiélago, y que de esa importancia quedan bastantes edificios significativos como los que verás en la coqueta plaza de la Constitución o Mayor donde se encuentran los más hermosos como la Iglesia de Nª Sra. de Guadalupe o el Palacio de Spinola, actual museo del Timple, instrumento local.
Tras volver a Yaiza para hacer unas cuantas fotos más, nos pusimos el traje de baño para dirigirnos al otro punto fuerte del día, Famara, una preciosa playa de dunas de jable junto al impresionante risco del mismo nombre. Tras aparcar en los márgenes habilitados, bajamos a la playa y ya que el día estaba bastante ventoso e indicaban bandera roja para el baño, nos deleitamos con dar un reconfortante paseo hasta llegar al final de la playa. Volvimos al coche y nos dirigimos con bastante apetito a La Caleta, el pueblito blanco junto a la playa donde decidimos cenar. Al rato, prendieron las hogueras para comenzar con el festejo de la noche de San Juan. El resto de la velada fue mágica. Una bonita casualidad.
| Octavo día: Vuelta a casa.
Este día, nos volvíamos a casa. Como teníamos la entrega del coche a las 13:00 hrs, aprovechamos para hacer una serie de visitas cercanas que nos habían quedado pendiente. Nos acercamos a Tías, ya que el sábado se celebraba supuestamente un mercadillo agrícola. Nuevamente, la información no estaba actualizada. Por tanto, nos dirigimos a la siguiente parada, junto a Arrecife. Se trata del Barco Telamón, un carguero griego que viajaba con un cargamento de troncos y encalló en la costa, no pudiendo rescatarse. Actualmente está en estado muy ruinoso encontrándose en fase de desmantelamiento por el gobierno local.
Tomamos nuevamente la socorrida LZ-2, para llegar a nuestra última parada del día, el mirador de Femés, el la bonita localidad abrigada por los Ajaches, donde se obtienen unas privilegiadas vistas del sur de Lanzarote, incluso en días despejados, de la vecina Fuerteventura. Merece la pena encajarlo y hacer una parada para almorzar o tomar un café, como hicimos, en el bar anexo al mirador para disfrutar un buen rato de este fabuloso paisaje.
Dejamos el coche en el aeropuerto y cogimos el avión de vuelta a casa con una fuerte sensación de nostalgia, ¡ay la nostalgia viajera!, aunque a la vez con alegría por todo lo vivido durante la semana. Y con muchas ganas de volver y seguir conociendo el maravilloso archipiélago.
| Gastronomía de Lanzarote
La cocina en Lanzarote está muy condicionada por los aportes culturales recibidos a lo largo de su historia desde los aborígenes guanches hasta la influencia sudamericana, ibérica o incluso bereber tanto en los productos usados como en las maneras de cocinar. Al igual que en las otra islas del archipiélago sucede, hay platos que no puede faltar como los pucheros o potajes, el escaldón, cuya base es el estimado gofio, o el sencillo sancocho (sopa de pescado), plato estrella del Viernes Santo.
Todo ello ha crecido con la inclusión de otros manjares, como son las lapas, burgados, el cochino negro, la cabra o pescados como la vieja o el cerche acompañados siempre de sus fieles papas arrugadas y sus mojos, un placer para los sentidos. Mención aparte merecen sus apreciados quesos, orgullo patrio de cualquier conejero que se precie.
Bajo la D.O Lanzarote, una electa variedad de vinos jóvenes han sabido adaptarse a las condiciones de cultivo de la isla, gracias al lapilli o ceniza volcánica, que les ha imprimido de un carácter único y muy apreciado aunque su exportación no está aún extendida fuera del archipiélago. El maridaje con el recetario local es excelente. Prueba el vino dulce; el tratamiento bastante notable de la uva moscatel y su fusión con los postres más tradicionales como el bienmesabe o la mousse de gofio te dejará muy inquieto. Dale también una oportunidad a las cervezas locales con gustos muy personales; Malpeis y Nao son buenos ejemplos.
| Excursiones organizadas
Si prefieres visitar Lanzarote al ritmo que marca la isla en vez de tomar el coche, podemos indicarte una serie de excursiones que serán imprescindibles para poder acaparar un buen resumen de visitas de las que te hemos mencionado durante el artículo. Y en Civitatis hay muchas opciones. Algunas son free tours y muchas llevan cancelación gratuita, por lo que si surge algún problema que te impida viajar, recuperarás tu dinero, así que.. ¡Toma nota!
- Tour de Lanzarote al completo con entradas
- Excursión a la Graciosa en Ferry + Paseo en velero
- Tour de César Manrique por Lanzarote
- Excursión privada por Lanzarote
- Excursión por el sur de Lanzarote
- Tour en buggy por Guatiza y Mala
¿Y tú? ¿Conoces Lanzarote? ¿Qué otras visitas añadirías a un viaje por la isla? ¿Qué es lo que más te ha sorprendido? ¡Cuéntanos tu experiencia!
¡Esperamos tus comentarios!
Qué maravilla ????, y como lo contáis. Transmitís lo bien que lo habéis pasado. Y sobretodo os ha dado tiempo de recorrer la isla casi por entero, os falta muy poquito por ver ????
Muchas gracias por tu comentario y por leernos, María! Lanzarote fue el mejor primer contacto con Canarias que hemos podido tener. Seguro que volvemos en el futuro