| Si vas a hacer una escapada a Dublín y no tienes claro cómo organizar tu escapada, no te pierdas nuestro post sobre sus imprescindibles en 4 días
Dublín es una de esas ciudades que, sin motivo aparente, siempre he tenido ganas de conocer. Me llamaba la atención su historia; que todos los irlandeses que he conocido son super alegre, de buen carácter; que todo el que volvía de visitar la ciudad sólo contaba lo bien que se lo había pasado. No lo sé, pero la cuestión es que sí o sí había que incluirla en la bitácora de viaje que teníamos en mente para recorrer en coche Irlanda e Irlanda del Norte. Y así lo hicimos.
Dublín en 4 días: imprescindibles
Dublín es una ciudad con mucha vida, un ambiente vibrante, que ofrece a los viajeros multitud de interesantes opciones que disfrutar. Además, cuenta con una historia muy interesante que nos gustaría citar brevemente antes de entrar en materia. Dublín o Dubhlinn que significa laguna negra en gaélico, fue habitada por varios pueblos antiguos, como los celtas sobre el año 700 a.C; posteriormente, los cristianos, los vikingos o los ingleses llegaron a este lugar para asentarse.
Pero hay muchos acontecimientos o personajes históricos que seguro que te suenan, como por ejemplo, Brian Boru, el último Rey Irlandés; la gran hambruna por la patata que tuvo lugar a finales del siglo XIX o la firma del Pacto angloirlandés, que dividió Irlanda en dos.
Así que una vez ya estamos situados en la historia de la ciudad que vamos a visitar, estamos totalmente listos para comenzar a recorrer esos lugares emblemáticos que no puedes perderte en una escapada de cuatro días por la ciudad.
1 | Visitar las Catedrales de San Patricio y Christ Church
A pesar de que Irlanda es un país prominentemente católico, ambas catedrales son protestantes, pertenecientes a Church of Ireland. Siendo sinceros, antes de planificar el viaje a Dublín pensaba que solo había una Catedral, la de San Patricio, que es la más conocida internacionalmente, por lo que al saber que habían dos, me sorprendió bastante.
Y es que la actual Catedral de San Patricio en estilo neogótica, tiene su origen alrededor del año 1200 pero anteriormente existió una antigua ermita cristiana de madera construida en el año 450. Volviendo a la Catedral que podemos ver hoy día, fue reconstruida en parte por la familia Guiness en el siglo XIX.
A través de sus vidrieras puedes ir descubriendo la vida y obra del Santo. Según el saber popular, en el parque que hay frente a la Catedral se localizaba el pozo que utilizaba San Patricio para convertir a los paganos al Cristianismo.
ᐅ Horario: Abre sus puertas de 9.30 a 17.00 horas de lunes a viernes, mientras que los sábados, abre de 9.00 a 17.00 horas y los domingos, de 9.00 – 10.30 horas y de 13.00 a 14.30 horas.
El precio de la entrada general es de 9 euros.
Por otro lado, Christ Church o la Catedral de la Santísima Trinidad, la más antigua de las dos, se erigió sobre una iglesia vikinga del siglo XI. La iglesia actual que podemos ver no tienen nada que ver con aquella. De hecho ha sido modificada en siglos posteriores, de ahí la mezcla de estilo románico y gótico. Lo único que queda del siglo XII es su cripta, una de las más importantes de Europa en su momento, siendo la cripta más grande tanto de Irlanda como de Gran Bretaña.
ᐅ Horario: Abre sus puertas de 9.30 a 17.00 horas de lunes a sábado, mientras que los domingos, de 12.30 a 15.00 horas. La última admisión es 45 minutos antes de cerrar.
El precio de la entrada general es de 11.50 euros (visita con audio guía) Pero si se compra online, te hacen un descuento. Y si has adquirido la Go City Dublin, esta catedral está incluida.
2 | Descubrir las Casas georgianas
Al pasear por el centro medieval de la ciudad podrás contemplar las típicas casas georgianas construidas entre el siglo XVIII y mediados XIX influenciadas por las proporciones de la arquitectura griega o romana. Son casas palaciegas construidas en ladrillo, con grandes ventanas y sus características puertas de colores. Puedes encontrarlas en Merrion Square, Fitzwilliam Square o en grandes edificios públicos como el Hospital Kilmainham o el Museo Nacional de Irlanda.
Además, como no podía ser de otro modo al hablar de Irlanda, son muchas las leyendas que circulan en torno a estas casas. Se dice que cuando murió su esposo, el príncipe Alberto, la Reina Victoria instauró el luto y la gente de Dublín pinto las puertas de colores como señal de indiferencia a la Corona inglesa.
Otra leyenda popular cuenta que, un vecino llegó borracho a su casa y al encontrarse a su mujer durmiendo junto a su amante, los mató. Pero al llegar la mañana, la realidad se mostró más cruel aún. Resultó que el vecino ebrio había matado a sus vecinos, ya que se equivocó de puerta al llegar a altas horas de la madrugada. A partir de ese día, comenzaron a pintarse las puertas de distintos colores para evitar confusiones..
3 | Profundizar en la historia del Castillo de Dublín
Un lugar muy importante para la historia de la ciudad es el castillo. Sede el poder, ya desde época vikinga, de hecho, en el actual jardín del castillo fue donde se estableció la primitiva ciudad vikinga. Hoy día, en ese jardín se traza la silueta de seis serpientes y un tribal celta en su recuerdo.
Se puede acceder al interior del Castillo a través de las Puertas de fortaleza y Justicia, unos enormes arcos interiores erigidos en 1750. Están coronadas por las esculturas en plomo de la fortaleza y justicia. puerta de Fortaleza se abrió durante la construcción del Centro de Conferencias.
Del antiguo castillo medieval del siglo XIII sólo queda en pie la torre. El castillo fue reconstruido en el siglo XVII en distintos estilos, de hecho, la capilla es neogótica y el palacio es georgiano neoclásico del siglo XIX. Si sigues observando el conjunto de edificios, podrás ver que construcciones auxiliares al castillo son de colores y son más recientes, concretamente se edificaron en el siglo XX para fines propios de instituciones del gobierno.
En el mismo entorno del castillo se localiza La Biblioteca Chester Beatty, cuya visita es gratuita. Se trata de un museo que se compone de distintas salas de exposiciones (temporales como permanentes) donde se ofrece una panorámica de tesoros artísticos procedentes de grandes culturas y religiones del mundo. Es posible ver manuscritos, grabados, libros antiguos, papiros egipcios… Además, en su tejado tienen un jardín panorámico muy agradable del que disfrutar los días de verano. Sin duda, una visita muy interesante.
Visita a las estancias del castillo
ᐅ No obstante, si te gustaría visitar las estancias reales, es posible hacerlo a través de una visita guiada que dura unos 40 minutos, eso sí, en inglés. La entrada general cuesta 8 euros y su horario es de lunes a domingo de 9.45 a 17.45 horas. La última admisión es a las 17.15 horas.
4 | Descubrir el mítico Temple Bar
Este mítico barrio es todo un clásico para quienes visitan la ciudad. Por norma general, es casi una religión parar en alguno de sus pubs y disfrutar de una buena pinta. Y es que el nombre de este barrio puede deberse a que es el templo de los bares y cerveza.
Pero, aunque esa afirmación parece lo más creíble, es posible que el nombre del barrio venga del apellido de un rector de la Universidad que vivía aquí. A lo largo del tiempo su calle comenzó a ser muy transitada, por lo que se le denominó como el ‘camino o calle de William Temple’.
A partir del siglo XVII la venta de alcohol se convirtió en algo cotidiano en esa calle. De hecho, se conocía a Dublín como ‘la ciudad de la botella’. Durante el siglo XVIII se transformó en el barrio más peligroso y conflictivo de Dublín hasta mediados del siglo XX. Fue en ese momento cuando el gobierno le quiso dar un lavado de cara tratando de evitar una mala imagen, convirtiéndolo en un punto bohemio y multicultural de la ciudad.
Así que ya sabes, no te pierdas un buen paseo por el barrio y disfruta de su ambiente, así como de una buena pinta de Guiness. Y si quieres que te lleven a sus pubs más míticos, siempre puedes contratar un tour nocturno por Temple Bar. La mejor manera de disfrutar de su ambientazo.
5 | Paseo por la ribera del Rio leefy
Este río es otro punto muy agradable y perfecto para pasear mientras descubres las dos orillas de la ciudad. Básicamente divide Dublín en dos partes: la sur y la norte, porque realmente, apenas es navegable. Y uno de sus puentes más característicos es Wellington brigde, conocido popularmente como el puente del medio penique, ya que para cruzar de un lado a otro, había que pagar un peaje de medio penique.
6 | Sumergirse en la historia de Trinity collegue
Este complejo universitario fue mandado a construir por Isabel I en 1592, y en él sólo podían estudiar los protestantes. Si te animas a visitarlo, en su interior se atesoran varios objetos interesantes, como el famoso ‘Libro de Kells’, que se trata de los cuatro evangelios escritos por los monjes celtas en el año 800, así como el ‘Arpa de Brian Boru’, que era tocada antes de todas las batallas.
Como curiosidad, en esta universidad se matriculó la primera mujer en 1904 y, como no podía ser de otro modo, a su campanario se le atribuye una maldición: si eres estudiante y pasas por debajo, no apruebas los exámenes. Y si además suenan las campañas mientras lo transitas, no aprobaran ninguna asignatura.
Con semejantes historias se hace casi irresistible no pararse a visitar este lugar.
ᐅ Horario / precio
Para visitar la Exposición del Libro de Kells:
- Febrero y marzo, de lunes a sábado de 9.30 a 16.30 horas y domingo de 10.00 a 16.00 horas.
- Abril y mayo, de lunes a sábado de 8.30 a 18.30 horas y domingos de 9.30 a 18.30 horas.
- De junio a septiembre, de lunes a sábado, de 8.30 a 19.00 y domingos de 9.30 a 18.30 horas.
El precio por la entrada general es de 21.50 euros.
| Tours que puedes hacer en Dublín y alrededores
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- Traslados desde aeropuerto a centro de Dublín
- Tour nocturno por Temple Bar y sus tours
- Autobús de fantasmas de Dublín
- Tour sociedades secretas de Dublín
- Tour literario por Dublín
- Excursión a Galway y acantilados de Moher
- Excursión a Wicklow y Glendalough
- Go city Dublín
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¿Y tú? ¿Conoces Dublín? ¿Qué otros rincones de esta ciudad recomendarías? ¡Cuéntanos!
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