Viaje de 5 días en coche a Cuenca por libre

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| En esta entrada te mostramos nuestra bitácora de viaje por esta bonita provincia Manchega, visitando sobre todo su capital, Cuenca, y algunas otras localizaciones de interés cercanas.

Hacía tiempo que nos rondaba en la cabeza la idea de hacer alguna escapada a Cuenca. Pero es verdad que está bastante lejos de casa y además, llegar en transporte público es bastante inaccesible si no vives en alguna gran ciudad como Valencia o Madrid. De hecho, desde Andalucía no encontramos conexión directa con esta ciudad. Miramos la posibilidad de viajar tanto en tren como en avión pero nos resultó imposible conseguir una buena combinación en la que, inexorablemente, no tuviéramos que parar en Madrid y esperar, al menos, un par de horas antes de partir hacia nuestro destino final. Obviamente ante este panorama la mejor opción que se nos planteaba era viajar en nuestro propio coche. Y así lo hicimos aunque el viaje se nos antojase algo más pesado.

No obstante, lo que podemos adelantar sin desgranar demasiado del viaje es que merece mucho la pena visitar Cuenca. Tiene el encanto propio de las ciudades encaramadas a un tajo u hoz, como también es el caso de Ronda, maravillosa ciudad malagueña que a veces me venía a la mente mientras nos perdíamos por las calles de Cuenca.. Pero volviendo al hilo, que me disperso, son muchas cosas las que descubrir en la ciudad manchega y en sus alrededores. Así que comencemos a conocer su esencia a través de nuestra bitácora de viaje.

| Dónde dormir en Cuenca

La zona más céntrica, donde se concentra el mayor número de lugares de interés visitables, no es muy grande mientras que el resto de la ciudad se ha expandido hacia el suroeste quedando bastante más alejada del centro histórico.

Por esto, te recomendamos lo siguiente:

  • Zona centro-intramuros:
    • Barrio alto, junto al castillo y Barrio de San Pedro (Calle Trabuco). Hay zona de aparcamientos abiertos y parkings cerrados. También hoteles, posadas, hostales y apartamentos. La circulación puede ser complicada ya que la mayor parte de las calles son de doble sentido, sobre todo si tu vehículo es demasiado voluminoso.
    • Barrio de San Juan. En la parte «baja» del centro, hacia la plaza Trinidad. Alojamientos turísticos la mayoría. Mismo problema de circulación que en el caso anterior.
    • Barrio de San Martín. Zona de los «rascacielos». Alojamientos turísticos. Circulación bastante complicada, cuestas estrechas y de un sentido a veces. Hay que conocer bien la circulación.
  • Zona extramuros:
    • La zona más cercana es la que aprovecha el paso de los ríos Huécar y Júcar en sus respectivos paseos o riberas. La calle de los Tintes es otro buen ejemplo. Se evita mucho la circulación por el interior del casco histórico. Hay bastante oferta de Posadas, Hostales o Apartamentos Turísticos. Para nosotros la opción más recomendable. En nuestro caso, nos alojamos en el Hostal Posada Huécar. El parking Auditorio es buena opción con descuentos para los que se alojan en las cercanías.
    • Parador de Cuenca. Opción muy recomendable si te lo puedes permitir. Antiguo convento de los dominicos. Acceso a algunos de los senderos y rutas a miradores. Se accede al casco antiguo a través del cercano puente de San Pablo. ¡Te llevarás algunas de la mejores fotos sin duda!

Ten en cuenta toda esta información de cara a planificar donde te vas a alojar, sobre todos si vas con carritos de bebé o viajas con personas mayores. De todos modos, como siempre, aquí abajo te dejamos el mapa interactivo con todas la localizaciones de los lugares de interés e información relevante de los mismos. Con esto, tendrás mejor criterio a la hora de seleccionar la mejor ubicación de tu alojamiento.

Qué ver y hacer en Cuenca y alrededores en 5 días

| Primer día: Llegada a Cuenca

Tras un viaje bastante largo, de unas 8 horas con parada técnica para almorzar en Navas de Tolosa, llegamos a nuestro alojamiento, Hotel Posada Huécar. Dejamos el coche el parking del Auditorio, ya que teníamos descuento a 14 € la noche por estar alojado ahí. Una vez realizado el check-in y tras dejar el equipaje en la habitación, salimos para ver los pasos del miércoles santo. Justo pudimos ver la Procesión del Silencio al completo entrando por la Puerta de Valencia, hacia la Carrera Oficial.

Una vez terminado el cortejo, subimos caminando por el paseo Hoz del Huécar hacia el parador de Cuenca, ubicado en el antiguo Convento de los Dominicos, construcción del siglo XVI, con vistas a descubrir las Casas Colgadas desde su mirador así como para cruzar el puente de San Pablo, el cual da acceso al centro histórico de la ciudad. Dedica un rato aquí algunas de las mejores instantáneas de Cuenca. ¡Vaya selfies te vas a llevar! Con esta primera toma de contacto, llegamos a la Plaza Mayor y subimos la calle San Pedro hacia la Iglesia del mismo nombre, desde donde salía el último de los pasos. Al ser pronto aún, aprovechamos para cenar en el Gastobrar Piola, un poco más abajo en la misma calle. Ensalada y pizza. Todo bueno. Listos para seguir.
 
Catedral de Cuenca
 
Acto seguido, vimos la salida de la Santa Cena desde la Catedral, siguiendo la procesión calle abajo en pasos tan emblemáticos como la Calle Alfonso VIII, el canto del miserere en la Iglesia de San Felipe Neri y el «serpenteo» en las curvas de la Audiencia. Por este día estaba bien. Vuelta al hotel y descansar.

| Segundo día: Museos

Después de desayunar, volvimos a tomar la ribera del río Huécar para ascender de nuevo hacia el centro histórico a través del Puente de San Pablo. Lo primero que hicimos fue visitar el Museo de Cuenca, donde se puede visitar una zona dedicada a la prehistoria así como otra a la época Romana en este punto de la geografía castellano manchego. Se exponen objetos de distintas ciudades romanas excavadas, como Valeria, Segóbriga, o Ercávica. A continuación, visitamos el Museo de arte Abstracto, ubicado en las casas colgadas de Cuenca. Se expone una buena colección de obras de Saura, Tapies entre otros destacados artistas de la generación abstracta española de los años 50 y 60, a través del interesante hilo conductor de las ilustraciones de Pablo Helguera, autor mexicano.  Sin duda, una manera muy inspiradora de visitar este característico monumento conquense. Ambos museos son de acceso gratuito y su visita es bastante recomendable.
 
Museo Contemporáneo
 
 
Interior del Museo de cuenca
 
Una vez acabada la visita, dinos un paseo por el centro para admirar las vistas desde algunos de los miradores de Cuenca, tales como el Mirador Julián Romero o el Mirador del Pintor Víctor de la Vega, en el lado del Huécar, y el Mirador de San Miguel o el Mirador de Camilo José Cela, en el lado del Júcar. Mientras paseábamos, también descubrimos el milagroso Cristo del Pasadizo, un elemento religioso popular de la ciudad que guarda una bonita y romántica leyenda.
 
Hoces del rio Júcar y Huécar

iglesia de San Pedro, Cuenca

 
Nuestra siguiente parada fue la Iglesia de San Pedro, en la plaza del Trabuco, de planta octogonal, que fue levantada bajo el reinado de Alfonso VIII, en el siglo XIII, sobre una antigua mezquita. Destacar el artesonado de una de las capillas así como la subida a la torres campanario, con sus modestos 88 escalones. Al llegar arriba no hay demasiado espacio, apenas para rodear el campanario, pero merece mucho la pena las vistas de las hoces. No te pierdas tampoco la monumental obra del «Cristo de los Alfareros» realizada en barro cocido, dedicada a estos artesanos. La entrada cuesta 2,5 euros. Es posible comprar una entrada combinada Catedral + Iglesia de San Pedro por 10,50 euros.
 
Desde allí nos dirigimos a la Catedral de Sta. María y San Julián, construida sobre otra de las antiguas Mezquitas de la ciudad, también en el siglo XIII, y pertenece a la corriente artística del primer gótico francés, aunque el templo fue sufriendo distintas modificaciones a lo largo de los siglos, siendo la más relevante la del siglo XV, que copió el modelo de la Catedral de Toledo,  y posteriormente la del XVIII. No obstante su fachada tuvo que ser reconstruida en estilo neogótico en el siglo XX debido al desgraciado derrumbe de la torre del Giraldo. Hay varios tipos de entrada. Nosotros elegimos comprar la visita a la Catedral y al triforio para disfrutar de este hectómetro de historia religiosa.

Catedral de Cuenca

Interior de Catedral

El coste es de 7 euros. Tras terminar la visita, nos fuimos a almorzar al cercano restaurante Albero donde cogimos fuerzas para seguir viviendo la semana Santa conquense durante la tarde. Hoy procesionaba la procesión de Paz y Caridad. Recomendable ver su salida-recogida desde la Iglesia de la Virgen de la Luz a su paso sobre el puente de San Antón, sobre el río Júcar.

procesiones en castilla la mancha

| Tercer día: Visita guiada

Esa madrugada, nos pusimos el despertador a las 4.45 para ver la salida de la procesión más popular de la Semana Santa de Cuenca, el Camino del Calvario y sus conocidas Turbas, desfile de nazarenos (turbos) que a estruendo de tambores y destemplados clarines representan el escarnio y la burla al que fue sometido Jesús cuando era conducido al monte Calvario para su crucifixión.

Nos apostamos en la calle Alonso de Ojeda, bastante estrecha y poco indicada para admirar el evento ya que el tumulto que se genera por los cientos de turbos provocan un cierto caos y agobio para los visitantes. Te recomendamos que lo veas en algún lugar más abierto, como la plaza de la Catedral. En lo positivo, pudimos presenciar el solemne canto del motete «Oh Soledad» a la Virgen de la Soledad, entre sonidos de martillos y yunques, que tiene lugar todos los años a la altura de la herrería que se encuentra al final de esta calle, un poco antes de la Puerta de Valencia.

Castillos Castilla La Mancha

Torre de Mangana

Sobre las 6.30 volvimos al hotel a dormir un poco para más tarde dedicar el día a conocer más a fondo la historia de la ciudad a través de una interesante visita guiada por su casco histórico, comenzando en el barrio del Castillo.

Tras la misma, nos acercamos hasta la Torre de Mangana, de estilo florentino y que alberga el reloj municipal desde el siglo XVI, que nos había quedado pendiente por visitar. Desde su plaza, antigua judería, hay unas visitas preciosas de la parte baja de la ciudad. Desde aquí, nos acercamos a la Iglesia del Salvador para contemplar la titánica subida de la procesión En el Calvario por la calle San Vicente.  Fuimos a comer a Casa Marlo, cerca del Parque San Julián.

Por la tarde, tras descansar un rato en el hotel, volvimos al centro para ver la salida de la procesión del Santo Entierro desde la Catedral bajo un imponente respeto y silencio sepulcral de los presentes en la plaza. Para terminar el día, fuimos a cenar a un restaurante muy chulo, Grotte del Huécar. Está localizado en una oquedad de la Hoz de este río.

| Cuarto día: Ciudad Encantada y Torcas de Palancares

Alrededor de la capital hay muchas cosas que hacer y ver, por lo que decidimos comenzar el día con una visita guiada a la famosa Ciudad Encantada, situada en Valdecabras, a 30 min en coche. En este espectacular paraje natural conocerás más acerca del proceso geológico del karst y admirar sus caprichosas formaciones, emergidas desde el fondo del mar de Thetis: los barcos, el perro, la foca, la tortuga, el convento y un sinfín de caprichosas formas que identificarás al instante una vez te otorguen los correspondientes «poderes mágicos». ¡Ideal si vienes con niños!

ciudad Encantada

Te recomendamos que hagas la visita como nosotros, con guía, aunque en caso que optes de ir por libre sigue el sendero circular señalizado durante un par de kilómetros. Por el camino encontrarás varios paneles con información de las distintas formaciones y las especies del parque. Tras dos horas caminando entre sus mágicas esculturas esculpidas por la naturaleza, pensamos acercarnos hasta las Torcas de Palancares y Tierra Muerta. Antes de esto, de camino al almuerzo, hicimos una pequeña parada en el Ventano del Diablo, una especie de cueva horadada en la roca a modo de espectacular mirador sobre el verdeazulado rio Júcar. Sin duda sacarás muy buenas postales de este lugar. Y busca su leyenda… ¡te dejará aterrado!

Entorno natural de Cuenca

La parada técnica para almorzar la hicimos en el Mesón Nelia. Buenas elaboraciones con producto local y a precios muy asequibles.

Desde aquí, condujimos hacia las Torcas de los Palancares y Tierra Muerta, a unos 25 kms de Cuenca. Al llegar, encuentras una explanada con unas cuantas plazas de aparcamiento junto a la caseta de información. Se trata de uno de los conjuntos kársticos más importantes de España ya que posee más de 20 torcas (depresiones del terreno calcáreo) y dolinas juntos a otras morfologías. La forma de recorrer el monumento natural es a través de 3 rutas de senderismo de dificultad baja que atraviesan, incluyendo de menos a más número de torcas, el Monte de los Palancares. Muy recomendable.

Torcas Castilla La Mancha

Continuando la ruta, a unos 10 kms de aquí, llegaremos a las Lagunas de la Cañada del Hoyo, un complejo único formado por 7 lagunas, declaradas Monumento Natural por la Junta de Castilla La-Mancha en 2007. En nuestro caso no pudimos ir porque nos faltaba tiempo para realizar la última visita que teníamos planeada en el día aunque por lo que hemos podido ver y leer sobre ellas, merece la pena que le dediques también un rato.

Museo Paleontológico de Castilla La-Mancha. También llamado MUPA. Se trata del museo regional que recoge los fondos procedentes de las intervenciones paleontológicas en los sobresalientes yacimientos conquenses de las Hoyas y Lo Hueco así como piezas de otros depósitos. Todo está hilado a través de 10 secciones en las que se presentan fósiles que abarcan desde el paleozoico hasta algunas eras posteriores a la extinción de los dinosaurios. La colección estable del museo contiene unos 34000 ejemplares abarcando los últimos 550 millones de años de la historia de la tierra. ¡No te pierdas el espectacular fósil del Concavenator, alias ‘Pepito’! La tarifa general es de 5 euros, precio que te parecerá hasta irrisorio teniendo en cuenta el valor del material contenido en el museo.

Museo Paleontológico

| Quinto día: Segóbriga, Minas de Lapis Specvlaris y Castillo de Belmonte

De vuelta a casa planemos hacer una serie de interesantes paradas por el camino para terminar por lo alto con nuestra visita a Cuenca:
 
En primer lugar, nos decidimos parar en el Parque Arqueológico de Segóbriga. A 76 kms de Cuenca, se encuentra este fenomenal yacimiento de una de las ciudades romanas mejor conservadas del occidente del Imperio Romano y el más importante conjunto arqueológico de la Meseta. Y créeme cuando te digo que algunos de estos edificios, como la basílica, el acueducto, criptopórtico del foro, las murallas o puertas de la ciudad o la casa del procurador minero, no los habrás visto en otros yacimientos así como destaca el grado de conservación de muchos de sus elementos constructivos lo que da un idea de la importancia comercial con Roma ya que de cerca de aquí partían las expediciones de Lapis Specvlaris o «Espejuelo» al Imperio.
 
Segóbriga
 
La entrada general cuesta 6 € e incluye a parte de la visita al conjunto, un interesante video introductorio sobre la historia e importancia de la ciudad.  Dedícale por lo menos 2 horas ya que la ruta es bastante extensa y detallada.
 
Después de hacer esta visita, seguimos conduciendo hacia el sur, hasta llegar después de unos 20 minutos, a la pequeña localidad de Osa de la Vega donde se encuentra el centro de interpretación de la Mina Romana de Lapis Specvlaris La Condenada, punto de encuentro e inicio de la visita. Tras el vídeo de presentación, recibes el casco y vuelta al coche para conducir hacia la entrada a la mina. Lo primero que llama la atención al llegar a la explanada de acceso, en el yacimiento de «Los espejares» es que todo el suelo está cubierto de trozos de estos brillantes minerales. Esta es la mina más importante del complejo minero del cerro de las Obradás. Es un ejemplo perfecto de las características de la explotación romana del lapis specvlaris. Presenta una trama laberíntica con un desarrollo interno practicable de 1 km distribuido en 3 niveles o pisos de explotación.
 
Lapis speculares
 
La entrada general  cuesta 10 €, sin reducciones, e incluye una pequeña lasca de espejuelo original de la mina. No se requiere de una preparación especial para hacer la actividad pero te recomendamos sobre todo que si padeces claustrofobia no bajes ya que los pasadizos son bastante estrechos a veces y la luz natural no llega a esta profundidad estando siempre en semioscuridad. Por lo demás, es una visita muy recomendable. Duración: 2 horas aprox.
 
Continuamos el camino hasta llegar a nuestra siguiente parada. Belmonte. Almorzamos en el restaurante «La Cochera«. Menú interesante y a buen precio. Luego dimos una vuelta por centro, de gran belleza, antes de coger nuevamente el coche para conducir hasta el castillo. Anótate en horario de visita acercarte a la enorme Colegiata de San Cristóbal. El Castillo-Fortaleza de Belmonte domina orgulloso el cerro de San Cristóbal desde el que es visible a varios kilómetros. Propiedad de Juan Pacheco, marqués de Villena, fue construido en el siglo XV como la última fortaleza de este tipo en Castilla, ha tenido un papel destacado en la historia de España ya que se convirtió en prisión de Juana La Beltraneja y finalmente hogar de la emperatriz Eugenia de Montijo cuando perdió el trono francés.
 
Belmonte
 
La entrada general cuesta 9 € e incluye una interesante visita teatralizada, 1 hr aprox. donde se recorre la historia del castillo a través de los personajes más singulares que la habitaron. También se puede adquirir una entrada combinada en la que se visita también el Trebuchet, el mayor parque de máquinas de asedio a tamaño real del mundo por 12-14 € dependiendo de si visitas entre semana o en fin de semana.

| Gastronomía de la zona

La cocina castellana se caracteriza por ser bastante completa y contundente con un predominio notorio de las legumbres y carnes de caza en la elaboración de sus recetas más tradicionales que han sabido refinarse y adaptarse a los nuevos tiempos, como el morteruelo (guiso de carnes de caza), el ajoarriero (paté a base de patata, ajo, aceite, huevo y bacalao que se sirve frio) o los zarajos (preparados a base de intestinos de cordero lechal enrollados en un sarmiento y fritos u horneados). Las migas con huevo y uvas, habas con jamón o los platos de caza también son bastante populares y no faltan en las cartas o menú de sus restaurantes. En los postres, te encuentras sobre todo con influencias de la repostería árabe en recetas como el alajú (pasta hecha a base de almendras, pan rallado y miel de la Alcarria y  cubierta por dos obleas) o los pestiños. En Semana Santa emergen otras recetas tradicionales como las torrijas, las rosquillas, el canuto o la flor frita.
 
Torrijas
 
Todos estos manjares deben digerirse con buen licor como es el caso del típico resoli (¡ojo, no decir resolí!) elaborado a base de aguardiente o anís, café, canela, azúcar y cortezas de naranja y limón que encontrarás embotellado en forma de las casas colgadas o en forma de nazareno durante la semana santa.
 
Hasta aquí nuestra ruta de 5 días por la provincia de Cuenca. Ha sido nuestra primera vez por la zona y nos ha encantado, por lo que te recomendamos su visita encarecidamente. Nosotros volveremos para seguir descubriendo todo su encanto, ya que nos ha conquistado.
 
¿Y tú? ¿Conoces Cuenca? ¿Has pasado unos días por la bonita capital manchega? Cuéntanos tu experiencia.

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