| En esta entrada te mostramos nuestra bitácora de viaje por esta bonita provincia Manchega, visitando sobre todo su capital, Cuenca, y algunas otras localizaciones de interés cercanas.
Hacía tiempo que nos rondaba en la cabeza la idea de hacer alguna escapada a Cuenca. Pero es verdad que está bastante lejos de casa y además, llegar en transporte público es bastante inaccesible si no vives en alguna gran ciudad como Valencia o Madrid. De hecho, desde Andalucía no encontramos conexión directa con esta ciudad. Miramos la posibilidad de viajar tanto en tren como en avión pero nos resultó imposible conseguir una buena combinación en la que, inexorablemente, no tuviéramos que parar en Madrid y esperar, al menos, un par de horas antes de partir hacia nuestro destino final. Obviamente ante este panorama la mejor opción que se nos planteaba era viajar en nuestro propio coche. Y así lo hicimos aunque el viaje se nos antojase algo más pesado.
No obstante, lo que podemos adelantar sin desgranar demasiado del viaje es que merece mucho la pena visitar Cuenca. Tiene el encanto propio de las ciudades encaramadas a un tajo u hoz, como también es el caso de Ronda, maravillosa ciudad malagueña que a veces me venía a la mente mientras nos perdíamos por las calles de Cuenca.. Pero volviendo al hilo, que me disperso, son muchas cosas las que descubrir en la ciudad manchega y en sus alrededores. Así que comencemos a conocer su esencia a través de nuestra bitácora de viaje.
| Dónde dormir en Cuenca
La zona más céntrica, donde se concentra el mayor número de lugares de interés visitables, no es muy grande mientras que el resto de la ciudad se ha expandido hacia el suroeste quedando bastante más alejada del centro histórico.
Por esto, te recomendamos lo siguiente:
- Zona centro-intramuros:
- Barrio alto, junto al castillo y Barrio de San Pedro (Calle Trabuco). Hay zona de aparcamientos abiertos y parkings cerrados. También hoteles, posadas, hostales y apartamentos. La circulación puede ser complicada ya que la mayor parte de las calles son de doble sentido, sobre todo si tu vehículo es demasiado voluminoso.
- Barrio de San Juan. En la parte «baja» del centro, hacia la plaza Trinidad. Alojamientos turísticos la mayoría. Mismo problema de circulación que en el caso anterior.
- Barrio de San Martín. Zona de los «rascacielos». Alojamientos turísticos. Circulación bastante complicada, cuestas estrechas y de un sentido a veces. Hay que conocer bien la circulación.
- Zona extramuros:
- La zona más cercana es la que aprovecha el paso de los ríos Huécar y Júcar en sus respectivos paseos o riberas. La calle de los Tintes es otro buen ejemplo. Se evita mucho la circulación por el interior del casco histórico. Hay bastante oferta de Posadas, Hostales o Apartamentos Turísticos. Para nosotros la opción más recomendable. En nuestro caso, nos alojamos en el Hostal Posada Huécar. El parking Auditorio es buena opción con descuentos para los que se alojan en las cercanías.
- Parador de Cuenca. Opción muy recomendable si te lo puedes permitir. Antiguo convento de los dominicos. Acceso a algunos de los senderos y rutas a miradores. Se accede al casco antiguo a través del cercano puente de San Pablo. ¡Te llevarás algunas de la mejores fotos sin duda!
Ten en cuenta toda esta información de cara a planificar donde te vas a alojar, sobre todos si vas con carritos de bebé o viajas con personas mayores. De todos modos, como siempre, aquí abajo te dejamos el mapa interactivo con todas la localizaciones de los lugares de interés e información relevante de los mismos. Con esto, tendrás mejor criterio a la hora de seleccionar la mejor ubicación de tu alojamiento.
Qué ver y hacer en Cuenca y alrededores en 5 días
| Primer día: Llegada a Cuenca
Tras un viaje bastante largo, de unas 8 horas con parada técnica para almorzar en Navas de Tolosa, llegamos a nuestro alojamiento, Hotel Posada Huécar. Dejamos el coche el parking del Auditorio, ya que teníamos descuento a 14 € la noche por estar alojado ahí. Una vez realizado el check-in y tras dejar el equipaje en la habitación, salimos para ver los pasos del miércoles santo. Justo pudimos ver la Procesión del Silencio al completo entrando por la Puerta de Valencia, hacia la Carrera Oficial.
| Segundo día: Museos
El coste es de 7 euros. Tras terminar la visita, nos fuimos a almorzar al cercano restaurante Albero donde cogimos fuerzas para seguir viviendo la semana Santa conquense durante la tarde. Hoy procesionaba la procesión de Paz y Caridad. Recomendable ver su salida-recogida desde la Iglesia de la Virgen de la Luz a su paso sobre el puente de San Antón, sobre el río Júcar.
| Tercer día: Visita guiada
Esa madrugada, nos pusimos el despertador a las 4.45 para ver la salida de la procesión más popular de la Semana Santa de Cuenca, el Camino del Calvario y sus conocidas Turbas, desfile de nazarenos (turbos) que a estruendo de tambores y destemplados clarines representan el escarnio y la burla al que fue sometido Jesús cuando era conducido al monte Calvario para su crucifixión.
Nos apostamos en la calle Alonso de Ojeda, bastante estrecha y poco indicada para admirar el evento ya que el tumulto que se genera por los cientos de turbos provocan un cierto caos y agobio para los visitantes. Te recomendamos que lo veas en algún lugar más abierto, como la plaza de la Catedral. En lo positivo, pudimos presenciar el solemne canto del motete «Oh Soledad» a la Virgen de la Soledad, entre sonidos de martillos y yunques, que tiene lugar todos los años a la altura de la herrería que se encuentra al final de esta calle, un poco antes de la Puerta de Valencia.
Sobre las 6.30 volvimos al hotel a dormir un poco para más tarde dedicar el día a conocer más a fondo la historia de la ciudad a través de una interesante visita guiada por su casco histórico, comenzando en el barrio del Castillo.
Tras la misma, nos acercamos hasta la Torre de Mangana, de estilo florentino y que alberga el reloj municipal desde el siglo XVI, que nos había quedado pendiente por visitar. Desde su plaza, antigua judería, hay unas visitas preciosas de la parte baja de la ciudad. Desde aquí, nos acercamos a la Iglesia del Salvador para contemplar la titánica subida de la procesión En el Calvario por la calle San Vicente. Fuimos a comer a Casa Marlo, cerca del Parque San Julián.
Por la tarde, tras descansar un rato en el hotel, volvimos al centro para ver la salida de la procesión del Santo Entierro desde la Catedral bajo un imponente respeto y silencio sepulcral de los presentes en la plaza. Para terminar el día, fuimos a cenar a un restaurante muy chulo, Grotte del Huécar. Está localizado en una oquedad de la Hoz de este río.
| Cuarto día: Ciudad Encantada y Torcas de Palancares
Alrededor de la capital hay muchas cosas que hacer y ver, por lo que decidimos comenzar el día con una visita guiada a la famosa Ciudad Encantada, situada en Valdecabras, a 30 min en coche. En este espectacular paraje natural conocerás más acerca del proceso geológico del karst y admirar sus caprichosas formaciones, emergidas desde el fondo del mar de Thetis: los barcos, el perro, la foca, la tortuga, el convento y un sinfín de caprichosas formas que identificarás al instante una vez te otorguen los correspondientes «poderes mágicos». ¡Ideal si vienes con niños!
Te recomendamos que hagas la visita como nosotros, con guía, aunque en caso que optes de ir por libre sigue el sendero circular señalizado durante un par de kilómetros. Por el camino encontrarás varios paneles con información de las distintas formaciones y las especies del parque. Tras dos horas caminando entre sus mágicas esculturas esculpidas por la naturaleza, pensamos acercarnos hasta las Torcas de Palancares y Tierra Muerta. Antes de esto, de camino al almuerzo, hicimos una pequeña parada en el Ventano del Diablo, una especie de cueva horadada en la roca a modo de espectacular mirador sobre el verdeazulado rio Júcar. Sin duda sacarás muy buenas postales de este lugar. Y busca su leyenda… ¡te dejará aterrado!
La parada técnica para almorzar la hicimos en el Mesón Nelia. Buenas elaboraciones con producto local y a precios muy asequibles.
Desde aquí, condujimos hacia las Torcas de los Palancares y Tierra Muerta, a unos 25 kms de Cuenca. Al llegar, encuentras una explanada con unas cuantas plazas de aparcamiento junto a la caseta de información. Se trata de uno de los conjuntos kársticos más importantes de España ya que posee más de 20 torcas (depresiones del terreno calcáreo) y dolinas juntos a otras morfologías. La forma de recorrer el monumento natural es a través de 3 rutas de senderismo de dificultad baja que atraviesan, incluyendo de menos a más número de torcas, el Monte de los Palancares. Muy recomendable.
Continuando la ruta, a unos 10 kms de aquí, llegaremos a las Lagunas de la Cañada del Hoyo, un complejo único formado por 7 lagunas, declaradas Monumento Natural por la Junta de Castilla La-Mancha en 2007. En nuestro caso no pudimos ir porque nos faltaba tiempo para realizar la última visita que teníamos planeada en el día aunque por lo que hemos podido ver y leer sobre ellas, merece la pena que le dediques también un rato.
Museo Paleontológico de Castilla La-Mancha. También llamado MUPA. Se trata del museo regional que recoge los fondos procedentes de las intervenciones paleontológicas en los sobresalientes yacimientos conquenses de las Hoyas y Lo Hueco así como piezas de otros depósitos. Todo está hilado a través de 10 secciones en las que se presentan fósiles que abarcan desde el paleozoico hasta algunas eras posteriores a la extinción de los dinosaurios. La colección estable del museo contiene unos 34000 ejemplares abarcando los últimos 550 millones de años de la historia de la tierra. ¡No te pierdas el espectacular fósil del Concavenator, alias ‘Pepito’! La tarifa general es de 5 euros, precio que te parecerá hasta irrisorio teniendo en cuenta el valor del material contenido en el museo.
| Quinto día: Segóbriga, Minas de Lapis Specvlaris y Castillo de Belmonte
| Gastronomía de la zona
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